Sonidos que sanan: La música como terapia en hospitales

Noticias    26 abril, 2024

Sonidos que sanan: La música como terapia en hospitales

El Programa Músicos Solidarios de La Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles impulsa hace más de seis años una iniciativa que lleva música a los centros de salud de la región metropolitana para contribuir con la recuperación de los pacientes y el bienestar de los funcionarios de la salud.

Un violín y un chelo resuenan en uno de los pasillos de la Unidad del Paciente Crítico Adulto (UPCA) de la Clínica Santa María. La música llena el espacio y los profesionales de la salud se detienen sorprendidos, sacando sus teléfonos celulares para capturar el momento. Mientras tanto, alguien abre la ventana de la habitación de uno de los pacientes. Con el apoyo de dos enfermeras, el paciente se sienta al borde de la cama y comienza a aplaudir suavemente.

Amelie Arias, becada de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (OSNJ) y Giselle Gonzales de la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana (OSEM) de la Fundación de Orquestas Infantiles y Juveniles (FOJI), interpretan concentradas La Habanera de Carmen, Can Can y City of Stars de la película La La land, entre otras piezas del breve concierto. Ellas son parte del Proyecto Músicos Solidarios que por más de seis años, ha llevado música a hospitales.

Constanza Bustos, coordinadora del Programa de la FOJI, cuenta que la iniciativa tiene como misión “llevar de regalo un pequeño concierto musical a quienes lo necesitan, a quienes estén en una situación difícil o vulnerable. El programa nació con un convenio con la Clínica Santa María y lleva más de seis años realizando actividades”. 

“Es un programa súper importante. Me gusta mucho venir para acá porque hay un impacto inmediato en los pacientes que nos escuchan. Muchas veces hemos podido presenciar cómo la música que tocamos los alegra inmediatamente. Los pacientes que estaban durmiendo se animan a despertarse, a pararse de las camas, algunos que están más solos se alegran mucho y agradecen un montón que estemos acá”, agrega Constanza. 

Giselle Gonzales (16) toca el violonchelo y cuenta que es la primera vez que asiste a una actividad de Músicos Solidarios. “Participar de este programa para mi es ser feliz viendo a gente siendo feliz. A mi me hace feliz tocar y hay gente que le hace feliz escuchar”. Amelie Arias (17), toca el violín y lleva varios años participando. “Para mi es importante lo que estamos haciendo. Es súper entretenido cambiar el panorama, pasar de cantar solo en teatros a un hospital. La gente se pone contenta”, comenta.  

Después de aplaudir, el paciente hace un gesto y pide una canción en especial. Aunque no la tenía en el repertorio, Amelie se para en la ventana, lo saluda e interpreta “Para amar” de los Prisioneros. Para la sorpresa de todos, el hombre comenzó a balbucear la letra y a seguirla con sus palmas. 

Convenio con la Clínica Santa María

Marcela Navarrete Arce, coordinadora de Programas Experiencia del Paciente de la Clínica Santa María, expresa que “para nosotros como organización es sumamente importante contar con iniciativas que favorezcan la recuperación y  el bienestar general de nuestros pacientes. Sin duda contar con las intervenciones del Programa de Músicos Solidarios en UPCA ha sido un gran aporte, tanto para pacientes como para colaboradores, brindando una instancia de relajación, distracción  y diversión a través de la interpretación de variadas piezas musicales. Es un momento que ameniza el ambiente hospitalario y eso es muy bien recibido por todos”. 

Para todos los becados FOJI, el convenio con la Clínica Santa María, implica una cobertura de accidentes a todo evento, lo cual significa un gran respaldo para el resguardo de la salud de niños, niñas y jóvenes. 

Convenio con Corporación de Amigos del Hospital Roberto del Río 

“Ese es el instrumento que toca Merlina Addams”, “¿por qué se ponen el violín en la pera?”, “¿de qué está hecho el arco del violín?”, estos son algunos de los comentarios y preguntas que aparecieron en el concierto didáctico que realizó el Programa de Músicos Solidarios en el Hospital Sótero del Río, el pasado miércoles 24 de abril, en el marco de su convenio de cooperación con la Corporación de Amigos del Hospital Roberto del Río (COAR). 

COAR, institución sin fines de lucro, ha colaborado por más de 30 años en recursos que van destinados a mejorar la calidad de vida hospitalaria de los niños y niñas atendidos en el Hospital Roberto del Río. Es uno de los establecimientos pediátricos más antiguos de nuestro país que efectúa anualmente más de 200.000 atenciones hospitalarias, ambulatorias y de emergencia en los más pequeños. 

“Con COAR estamos en colaboración desde el año 2021. Comenzamos en pandemia y participamos en la inauguración de su sala de entretenciones. Desde el 2022 estamos de forma presencial. Es súper bonito seguir trabajando con ellos porque es un espacio que está especialmente diseñado para los niños que tienen que esperar sus tratamientos ambulatorios en el Hospital Roberto del Río. Lo que hacemos es llevar a los músicos para que toquen en esa sala y después se hace una dinámica donde pueden hacer preguntas y son los mismos niños de FOJI quienes contestann. A los niños les llama mucho la atención ver a otros niños de su misma edad, y en el caso de los papás, de la edad de sus hijos, que estén tocando instrumentos”, señala Constanza Bustos. 

El Programa de Músicos Solidarios también ha brindado su música en la Casa de Acogida de COAR, ubicada en las proximidades del Hospital Roberto del Río. Esta casa acoge a niños y familias procedentes de diversas regiones que necesitan un alojamiento mientras reciben tratamientos médicos o se someten a exámenes. Para este año 2024, se ha planificado un concierto mensual.

Amaya Hidalgo (11), becada de la Orquesta Sinfónica Infantil Metropolitana (OSIM), cuenta que su primera experiencia tocando en un hospital le pareció muy bonita “porque es super bueno que podamos llevar la música a lugares en los que a veces, las personas no tienen la mejor experiencia, donde tienen nerviosismo o se asustan. Es bonito poder llevarles algo que les pueda alegrar”. Su momento favorito fue cuando “una niñita se me acercó e intentó tocar el violín y me estaba haciendo preguntas”, recordó. Su compañera Lia Acuña (9), que al igual que ella toca el violín, expresó que “me pareció lindo poder llevar música a gente que no puede llegar a escucharla tan seguido porque no está viviendo tan feliz”. 

En este concierto también se presentaron Cristian Opazo de 14 años con su viola y Colomba Foster de 13 años con su violoncello. 

Nuevos escenarios para la música

Gabriel Oñate, psicólogo del área psicosocial, explica que este programa "contribuye desde una perspectiva de valores a lo que promovemos en FOJI, que se relaciona con el compromiso social que deben tener los músicos”.

Así, cada año hay más interés en este programa. “Creo que les gusta mucho venir porque es un espacio distinto donde pueden desarrollar lo que hacen, un contexto mucho menos formal y exigente, solo disfrutan y se conectan con el origen de hacer música”, finaliza Constanza Bustos. 

Finalmente, Pablo Aranda, director ejecutivo de FOJI, expresa sentirse muy contento  “de continuar con este programa tan valioso para la FOJI que abraza la misión de llevar la música más allá de los escenarios, a lugares donde una interpretación musical realizada por un niño o una joven puede brindar consuelo y hacer más llevadero el día, e incluso, puede despertar el interés por un instrumento”.

Durante todo el año y para todos los niños, niñas y jóvenes que participan en las distintas orquestas de la FOJI está abierta la posibilidad de inscribirse en el programa de Músicos Solidarios que visita una vez al mes a las instituciones con las que colabora. Además, este 2024, tiene la particularidad de que es posible sumar instrumentistas de vientos, dado que se flexibilizaron las restricciones post pandemia.