María Rebecca Lima, cellista e integrante de las orquestas de FOJI, fue seleccionada para ser parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Toronto, y espera poder ingresar al Royal Conservatory of Music en la ciudad canadiense.
La Carrera de María Rebecca ha tomado un giro muy esperado por ella, luego de ser parte de la Orquesta Sinfónica Infantil Metropolitana (OSIM), la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana (OSEM), la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (OSNJ) y la Escuela de Orquestas, todas pertenecientes a la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI), hoy comienza una nueva etapa siendo parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Toronto y con la mirada puesta en en la prestigiosa casa de estudios The Royal Conservatory of Music.
María Rebecca comenzó su relación con la música en El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, a los 6 años. "Cada orquesta en la que participé me enseñó algo distinto. Antes de entrar a la Fundación estuve en diferentes orquestas, pero ninguna tan consolidada ni organizada como lo son las Orquestas de FOJI", cuenta la cellista.
Inspirada por su hermano mayor, pianista, María desarrolló una pasión por la música que fue explorando a través de su paso por diferentes agrupaciones sinfónicas. “Siempre quería que mi hermano me enseñara, entonces mis padres me llevaron al sistema (El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela) y ahí partió mi recorrido en el mundo de la música” comenta María, quien además participó como corista de la orquesta, para luego conocer el cello y comenzar su verdadero viaje por la música.
En Chile, siendo parte de FOJI, María conoció a profesores y amigos que, gracias a su apoyo e inspiración, la hicieron decidir poder dedicarse hoy a la música. “Mis profesores y compañeros fueron los que me motivaron y también me hicieron dar cuenta de que no todos tienen las oportunidades que tal vez yo logré tener en FOJI. Pude aprender a aprovecharlas, aprovechar a mis maestros, el material de estudio y los instrumentos por sobre todo”.
Pablo Aranda, Director ejecutivo de FOJI, comenta “En FOJI estamos profundamente orgullosos de cada uno de nuestros músicos, y la historia de María Rebecca es un ejemplo inspirador del talento y la dedicación que acompañamos desde el inicio. Nuestro compromiso es seguir apoyando los sueños de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, brindándoles herramientas para que desarrollen todo su potencial, sin importar las fronteras. Experiencias como la de María nos motivan a seguir trabajando para que cada uno de ellos encuentre en la música un camino para crecer y alcanzar sus metas”.
Actualmente María Rebecca se encuentra viviendo en Canadá, acompañada de su familia. Allí fue donde inició el proceso de postulación y en muy poco tiempo ya era parte de la agrupación. “El proceso para ingresar a la Toronto Youth Symphony Orchestra aquí en Canadá fue muy rápido. Yo llegué en agosto, me inscribí para la audición que sería en un mes, pero no tuve las partituras para ensayo sino hasta una semana después. Cuando llegaron los extractos orquestales para practicar, lo primero que pensé fue en recurrir a la profesora Gabriela Olivares, ella ha sido un pilar fundamental para el proceso que tuve de nuevo de decidir ser músico. Ella me inspiró, me alentó y me hizo ver el valor que yo tengo como persona y la música que tengo adentro” cuenta María Rebecca.
Gabriela Olivares es profesora de violoncello y conoce a María Rebecca hace ya algunos años. “Yo recibí a María Rebecca en el preuniversitario FOJI en el año 2022, ella es una persona muy inteligente, muy sensible, una alumna muy receptiva, y como tiene esa sensibilidad especial, el trato conmigo fue una comunicación muy llana y directa”, comenta Gabriela, quien actualmente continúa enseñando a través de clases online a la joven música en Canadá.
“Debido a la pandemia, desarrollamos las herramientas necesarias para trabajar en línea y fue muy bueno. Yo ya tengo toda una forma de trabajar online, entonces he aprendido a identificar muy rápido lo que se necesita”, cuenta Gabriela, “logramos desarrollar un lenguaje, categorizamos ciertas gestualidades, le ponemos nombre a tal o cual gesto, para que se entienda que estamos hablando más o menos de las mismas cosas”.
Gabriela nunca tuvo dudas del potencial de María Rebecca, “cuando postuló a la Youth Orchestra de Toronto, yo sabía que iba a quedar, que iba a sorprender. Hay veces en que los latinos podemos llegar desfasados en cuanto al nivel, pero lo que tiene María Rebecca, y por eso es que no me sorprende, es que tiene una poesía interior que es muy hermosa, no me sorprende por sus capacidades, por su responsabilidad y seriedad, supe desde siempre que sería seleccionada”.
Para María Rebecca sin embargo, fue una gran sorpresa saber que había sido seleccionada, “no me lo esperaba, yo no conocía a nadie aquí, sólo me inscribí para ganar experiencia, por así decirlo, para saber cómo son las audiciones, cómo son los procesos de postulación, pero para mi sorpresa, quedé. Fue tremendo, y estoy súper agradecida”.
Desafíos y oportunidades
Para María Rebecca ha sido una sorpresa la cantidad de oportunidades que hay para los músicos y lo importante que es la cultura musical en Toronto y en Canadá, “busqué en el sistema de orquestas para jóvenes acá en Canadá, pidiendo un profesor de cello para mi, y me ayudaron buscando y además dándome la oportunidad de compartir mis conocimientos con un trabajo aquí en Toronto”.
Actualmente la cellista tiene dos objetivos en la mira a corto plazo, ingresar a The Royal Conservatory of Music o a la Facultad de Música de la Universidad de Toronto. Y a largo plazo, terminar la carrera y eventualmente continuar sus estudios en Europa o volver a Chile, “luego de entrar a la universidad lo planificaré con mayor detalle”.
Respecto de la audición de María Rebecca a The Royal Conservatory of Music, su profesora Gabriela comenta, “estamos sumamente enfocados en trabajar el repertorio que piden. Estamos haciendo una selección de los movimientos y tomando lo que ella ya ha aprendido, estamos profundizando sobre eso, viendo estilo y temas de articulación”.
“Estoy segura que vamos a poder lograr que ella entre a una de estas dos instituciones”, cuenta Gabriela, “sobre todo porque María Rebecca está formada casi completamente en FOJI, y en este sentido es muy importante la tarea que realiza la Fundación. Yo lo que más celebro es que los chicos no tienen estrés, porque están en un lugar muy sano de aprendizaje. Creo que el espacio que brinda FOJI es fundamental para estos niños y jóvenes, porque ya traen una disciplina, ya saben cómo aprender.”
Loreto Diaz-vaz Varas, Directora del Área de Formación de FOJI, se refiere al apoyo que brinda la Fundación y al logro de María Rebecca: “Para la Escuela de Orquestas FOJI, poder acompañar a nuestros becados y becadas en su proceso de aprendizaje musical, es un privilegio. Hemos estado trabajando con las distintas áreas de la Fundación, en perfeccionar un modelo formativo que nos identifique como FOJI, poniendo a los becados al centro de la práctica musical, con aprendizajes significativos basados en experiencias positivas. Es por ello que los resultados de nuestros becados y becadas, como la audición y selección de María Rebecca en la Orquesta Juvenil de Toronto, nos llena de orgullo”.
Mensaje para jóvenes músicos
Gabriela recomienda a los jóvenes que partan confiando en sus equipos, “creer, confiar, siempre con un grado de humildad, porque la música no es algo para competir, la música es para compartir. Hay que tener paciencia con las primeras herramientas fundamentales que hay que ir adquiriendo, que es el dominio instrumental, antes que la música misma. Nosotros tenemos que llegar a tener un dominio técnico del instrumento, y en paralelo desarrollar esta sensibilidad”.
María Rebecca por su parte le pide a los jóvenes músicos que no dejen de soñar, “yo soy de Venezuela y de un pueblo muy pequeño donde aprendí música. Y ni en mis más locos sueños me hubiera imaginado tener la oportunidad que tengo hoy, de poder abrir mis alas completamente y poder aprender de distintas personas. No dejen de soñar, eso no se los puede quitar nadie. La perseverancia, la constancia y la disciplina son los mejores amigos de los músicos, sobre todo de los intérpretes”.